NOSOTROS

Me llamo Mar, trabajo a la sombra de esa iglesia, en Molacillos, un pueblecito de Zamora al que nos hemos trasladado desde Madrid en septiembre de 2011. Aquí tengo mi tallercito y elaboro mis jabones, cremas y demás. No es nada enorme: 16 metros llenos de plantas, aceites, tarros... Tengo una hija de tres años que es un encanto, Ángela y al Chiskis, mi marido, Ángel, al que últimamente le ha dado por tomarnos el pelo a los jaboneros y se ha creado su propio blog http://jaboneroconsorte.blogspot.com donde se dedica a colgar crónicas bromeando con este oficio artesano nuestro.

Me encanta hacer jabón, crear fórmulas nuevas, buscar soluciones a los problemas de los demás... y tengo como norte no hacer un jabón de una manera si puedo hacerlo mejor. Utilizo los mejores ingredientes, le doy muchas vueltas para conseguir que ese jabón, esa crema... sean lo mejor posible. ¿La mayor satisfacción? Pues cuando te llama la mamá de un niño pequeño con psoriasis y te dice que con tus jabones le han desaparecido los síntomas, cuando te dicen "muy bien", "me ha encantado"...  Eso te anima a seguir adelante y aprender, en este oficio SIEMPRE estamos aprendiendo. 

A mí hay cosas que en esto del jabón me cuesta decir, por ejemplo, decirle a alguien que Funciona, me da cierta prevención utilizar la palabra, es como si me viera a mí misma como una mercachifle, no sé... A veces, contadas, lo hago (a la gente que tiene psoriasis, o acné, por ejemplo, les digo que los productos que hago funcionan), si supieran lo difícil que me resulta decir esa palabra sabrían hasta que punto es una garantía que la pronuncie.

Hago pocos jabones, 20, 30 a veces. En ocasiones 40, el máximo. Pongo todo el empeño y de muchos de ellos estoy orgullosa. Cualquiera que se lleve un jabón puede estar seguro de una cosa: detrás hay muchas horas, mucho cariño, mucho trabajo, mucho estudio y excelentes ingredientes. No es un mérito, es que disfruto haciéndolo así.  Hago unos pocos jabones, artesanos y naturales totalmente... pero soy una perfeccionista incurable y eso es malísimo para una jabonera: me molesta que no queden perfectos al cortar, que salgan unos un poco más grandes que otros, que el dibujo que pretendía no sea tal y como yo lo había imaginado... cosa imposible de conseguir cuando se hace a mano, por mucho cuidado que se tenga, pero no puedo evitar el berrinche.

Tenemos dos teléfonos a los que podéis llamarnos cuando queráis 685805140 y 626738793. Si os quedamos cerca  sois bienvenidos. Nuestro correo electrónico: jaboneslacajitademadera@gmail.com 

En este pueblecito de Zamora, Molacillos, tenéis a dos amigos. Y si por azar la vida o el coche os traen por aquí no dudéis en visitarnos.